miércoles, 27 de diciembre de 2006

Elan, la chavita de Guanatos, Por Victor Banda



AL salir de la prepa lo primero que recuerdo fue haber tomado una maleta, algunos cambios de ropa y partir hacia la ciudad de Guadalajara, me la pasé intentando estudiar guitarra clásica en la escuela de música y locución en un instituto de oratoria, tres años conviviendo entre músicos, locutores, fotógrafos, bailarinas excéntricas, pintores pachequísimos y artistas de la vida nocturna por llamarlo de alguna manera. Conocí el Guanatos como cuna de músicos, de bandas de rock, de artistas del video, de caminatas entre bares y cafés, de radio Universidad con Sara Valenzuela, de sonido 103 con Sofía Solorzano y del Mixup de Plaza del Sol. Caminaba todo el día con el clásico y ahora obsoleto walkman, escuchaba en aquel tiempo el unplugged de Soda Estereo, Duda Mata con el buen José Fors y creo que uno de Rockdrigo González. Dentro de todo eso, alguien mencionó alguna vez el nombre de Elan, una chavita que traía una onda diferente, componía sus propias rolas y que además estaba guapísima, nunca le puse atención. Yo seguía escuchando lo mismo que presentaba la ciudad, como vodka tronik, que por cierto ahora es Playalimbo y tienen un sencillo en la radio llamado el eco de tu voz, muy belanova la onda, pero ahi va esta bandita poco a poco. También escuchaba al buen chester blues en esas desveladas melancólicas cargadas de nostalgia y de la mano del grupo de danza la Líbido, que locos momentos en verdad. Así como ahora cuando escribo estas líneas, trato de juntar todo y transportarme a esos días, días que disfrutaba demasiado y a la vez dolían por la lejanía de mi hogar. Hace poco escuché This Fools Life, una rola muy a la beattles que cumplía ese sueño romántico, viajar exactamente a ese tiempo. Me encontraba estresado y alterado por no se qué pendejadas de mi trabajo, pero pude concentrarme en una frase, "Traje mis ojos para ver el mundo dar vuelta, Sucede solamente una vez en esta vida", y claro, era eso, hay cosas que sólo pasan una vez en la vida y de repente nos juegan una broma donde menos te lo esperas. No es la gran frase, lo acepto, muy a la cornejo o a la pendeja, pero la música y la voz habían logrado que me largara del lugar hasta la ciudad de Guadalajara con sólo cerrar los ojos. La rola es de Elan, la chavita de la onda diferente, compositora y guapísima, ella mera, la que mientras uno se la pasaba de bar en bar o de café en café, ella componía y tal vez sin querer describía lo que yo vivía en aquellos años.
This Fools Life, "London Express" Elan 2006

1 comentario:

Claustrofonico dijo...

Siempre vamos caminando escuchando la musicalizacion exterior del mundo que nos rodea, explayando nuestros oidos con los viscerales sonidos de un claxon de mamá recogiendo a los hijos de la escuela, del taxista con wacharacas y del camionero folklorico, llevando el denominado "ganado fino" a su destino. Pero gente tan común, se encarga de amalgamar estos ritmos urbanos y codificarlos a vivencias emoscionales, acompasadas del sabor propio de la existencia... Elan para Victor Banda.. Bunbury para un servidor... no importa el genero, actitud o desenfreno. Importa saber, que alguien sintio lo que tu sentiste, y que lo plasme a su manera significa que uno puede hacerlo de una forma quiza distinta, en momentos fuera dela estetica, pero hermosa por el hecho de ser propia.